Cada día las competencias laborales y profesionales se consolidan en el mundo como factor fundamental de competitividad y productividad de las empresas y lo más importante, del desarrollo técnico, profesional y personal del Talento Humano vinculado a las organizaciones productivas. Es la participación del personal quien contribuye al logro de los objetivos organizacionales con desarrollo de funciones específicas y además aportan creatividad, innovación y mejoramiento continuo para hacer posible el cambio en los procesos productivos ser más eficiente, más rápidos y responder a las exigencias de un mercado laboral socialmente responsable.
Pensamos que las empresas deben darse cuenta que su principal fuente de diferenciación y competitividad es su gente. Para lo cual las organizaciones deben orientar sus esfuerzos a:
1. fortalecer su activo humano.
2. Generar ambientes propicios a la innovación y a la mejora continua de rendimiento son objetivos que se sustentan en los procesos de capacitación para el desarrollo de competencias laborales.
3. la selección de talento debe fundamentarse sobre otros aspectos, no solo sobre diplomas, cursos, si no sobre capacidades demostradas.
Aquellas personas, que además de su conocimiento técnico son capaces de expresar sus ideas, de asumir la dirección, y de despertar entusiasmo entre los demás, son las que van camino de alcanzar el éxito. Es una lastima que siendo el capital humano una de las mayores partidas del presupuesto de una empresa no se trabaje para obtener el máximo beneficio de él, y se trate en muchas ocasiones como un número negativo en la cuenta de explotación. No debemos olvidar que el hombre tiene un fuerte componente emocional, con poder sobre la razón, por lo que entran frecuentemente en conflicto los sentimientos y la razón. Cada emoción nos predispone de un modo diferente a la acción; cada una de ellas nos señala una dirección que, en el pasado, permitió resolver adecuadamente los innumerables desafíos a que se ha visto sometida la existencia humana. de forma que el hombre ha creado leyes de conducta que refrenan a las emociones. Muchas veces damos respuesta a nuestra percepción personal de la realidad que no sería la más adecuada desde el lado de la razón, y no nos damos cuenta del resultado contraproducente ya que es fruto de nuestras emociones. Por otro lado todos actuamos de acuerdo a la percepción personal que tenemos de la realidad en el que formamos parte,
